Entrada dedicada a Fernando Simón
Bueno, esta entrada no va a ir dedicada a la Educación Social, pero sí sobre la situación que estamos atravesando por el Coronavirus. Personalmente he vivido diferentes emociones conforme pasaba el tiempo (en primer lugar subestimaba las consecuencias que iba a traer este Coronavirus, posteriormente pasé miedo, no por mí precisamente, sino por mi seres queridos, y ahora estoy un poco más calmada pero con cierta incertidumbre por lo que pueda pasar en el futuro.
Pero durante todo este momento sí que ha habido una persona que ha estado calmada y que ha dado la cara todos los días ya no solo para dar datos, sino también para dar ánimo a los niños y a la población en general y para resolver las dudas que muchas personas nos planteábamos, y esa persona es Fernando Simón.
Ojalá pudiera leer esto, pero para mí me representa un rayo de esperanza. Antes de esta crisis sanitaria, percibía otra crisis, pero era invisible: una crisis de valores. Es verdad que la mayoría de sociedades siempre habrá buenas y malas personas, pero las segundas siempre hacen que las primeras lo paguen de manera injusta. Ya no solo representa ese rayo de esperanza en medio de una crisis, también representa esa parte de la sociedad más racional, solidaria y empática. Muchos le criticarán por sus errores, pero, ¿quién no comete errores? Yo durante toda mi vida he cometido errores, e incluso importantes, pero somos seres humanos, todos, incluso los que lo critican los habrán cometido.
Cada día que comparece me transmite más confianza. ¿por qué? Porque utiliza la pedagogía para que toda la ciudadanía pueda entender lo que está sucediendo, también porque reconoce sus errores y también reconoce que no lo sabe todo. Es una persona, no es una enciclopedia, no tiene porqué saberlo todo. Yo no sé nada de epidemiología, ni de medicina, yo solo soy una simple (casi, me falta un 1% para tener el título universitario) educadora social que sabe algo del ámbito socioeducativo (tampoco sé todo lo que debería saber) y tampoco sé si voy a ser capaz de ser una buena profesional de ese ámbito, pero sí se que Fernando Simón representa esa parte bondadosa, humana, humilde y empática de la sociedad, valores que estoy segura que toda buena educadora o educador social tiene y debería tener para trabajar con personas. Cada día nos demuestra que es apasionado por su trabajo y que lo está haciendo lo mejor posible. Esa parte que me gustaría que se hiciese más visible ante el ruido de los que odian e insultan. Ojalá como (casi) educadora social tuviera la mitad de humildad, empatía y generosidad del Dr. Simón.
Si llega a leer esta entrada le diría que muchísimas gracias, por tu trabajo, humildad, saber estar, paciencia y sobre todo por demostrar que siempre hay esperanza, a pesar de las dificultades.
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