Abolir algo que en el capitalismo no se puede

 

El abolicionismo se plantea desde una perspectiva de superioridad moral, clasista, racista y LGTBIfóbica, no hay nada más que ver los argumentos de las mismas para comprobar su hipocresía.

Ellas argumentan que todas las trabajadoras sexuales ejercen porque están siendo explotadas o que todas son víctimas de trata con fines de explotación sexual. No hay ningún estudio cuantitativo que pueda afirmar esto, por lo que por ahí empieza a caer dicho argumento. No solo hay trata de personas y explotación en el trabajo sexual, recordemos que en sectores no tan estigmatizados como la agricultura también hay casos de trata de personas y de violencia contra las mujeres, pero parece que para las abolicionistas estos casos NO existen o que creen que son MENOS graves.

Por otro lado, creo que deberíamos reflexionar sobre el capitalismo en general y lo que genera. Al fin y al cabo, cuando realizamos nuestro CV y vamos a entrevistas nos estamos vendiendo para que nos compre la empresa (Contrato), por lo que vendemos nuestros cuerpos y nuestras habilidades técnicas y sociales para la producción de capital, por lo que en los argumentos de las abolicionistas hay cierto rasgo moralista, puesto como el trabajo sexual es sobre sexo, lo único que provocan es más estigmatización y convierten el sexo en un tema tabú. Es cierto que el sexo NO es un derecho, pero hay muchas cosas que no son derechos y se comercializan, como por ejemplo la conexión a internet, los móviles, las tablets, los ordenadores, la televisión, etc. Por tanto otro argumento más que se cae por sí solo.

Las trabajadoras sexuales REIVINDICAN DERECHOS LABORALES precisamente para evitar a explotación de los empresarios de la noche (de nightclubs). Esa reivindicación creo que como profesionales de la Educación Social debemos escuchar y no intervenir de manera forzosa, porque "ay pobrecitas que son víctimas de la explotación" cuando ejercen de manera libre. 

Este artículo de Begoña Aramayona en el Diario Público titulado ¿De verdad importan las mujeres? Sobre el 'Macroestudio de prostitución y trata' del Ministerio de Igualdad  hace una muy buena reflexión sobre el argumento del abolicionismo y el feminismo institucional y de cómo tergiversa los datos. 

Un macroestudio con una metodología MUY CUESTIONABLE a través de análisis de anuncios de periódicos y de la IA. Ya de por sí un estudio realizado por IA ya es cuestionable, pero basarse solo en el análisis de los anuncios, en lugar de recoger testimonios de trabajadoras sexuales hace que el estudio sea de muy menor calidad y muy cuestionado. Como profesionales de la Educación Social debemos acercarnos más a la realidad, escuchar a las trabajadoras sexuales nos permite quitar todos nuestros prejuicios a la hora de acompañar y de intervenir. La intervención no puede darse de manera jerarquizada, sino de manera horizontal, haciendo que las personas a las que acompañamos PARTICIPEN en dicho acompañamiento. Escuchar sus reivindicaciones y sus necesidades para que las personas puedan ser autónomas. Otro motivo más para cuestionar el modelo actual de abolicionismo.

Como conclusión, para abolir el trabajo sexual, debemos abolir el sistema capitalista, puesto que es el origen de todo esto. 

 

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