La Educación Social es ESENCIAL

 

Este año vuelvo a participar en el Carnaval de Blogs del CEESC y quizás sea más especial. En medio de una pandemia, una crisis sanitaria sin precedentes y tras un período de confinamiento el 2020 es un año para reivindicar todavía más la necesidad de la Educación Social, de su reconocimiento como profesión esencial, presente por y para las personas, para atender las necesidades de los grupos más vulnerables y sobre todo, para crear una sociedad más justa luchando contra las desigualdades que se  estaban agudizando por la crisis sanitaria. Ha sido un año en el que nos hemos dado cuenta de que sin las profesiones esenciales, este país no podría funcionar. El hecho de que se reconociese la Educación Social como profesión esencial es un gran paso para su visibilización, aunque haya muchas cosas por hacer y mucho camino por recorrer. 

Durante el confinamiento hemos tenido todo tipo de sentimientos y emociones ante tal acontecimiento impactante, que podría marcar a toda una generación, ya que desde la gripe de 1918 no habíamos visto tal situación. De lo que más me he dado cuenta es que por las consecuencias de la crisis de 2008 esta situación de emergencia sanitaria ha empeorado aún más la calidad de vida de los grupos más vulnerables: personas mayores, temporeros, personas sin hogar... y son los grupos que más sufren los estragos de la pandemia y son los que más van a sufrir las consecuencias socioeconómicas. La precariedad en las residencias de mayores, las condiciones precarias de los trabajadores temporeros y de sus familias, la situación de muchos barrios periféricos abandonados a su suerte por las Administraciones Públicos son los más vulnerables ante esta pandemia y crisis económica. 

Nos hemos dado cuenta de la importancia también de otros sectores más invisibilizados como el servicio de atención a la dependencia, las auxiliares de enfermería, las cajeras y reponedoras de supermercado, barrenderos... No es casual que muchas profesiones esenciales durante el Estado de Alarma hayan protagonizado este año extraño, pues en años anteriores estaban muy invisibilizados y también muy precarizados, eso incluye al sector de la intervención social y particularmente al de la Educación Social. Pero hoy, 2 de octubre de 2020, es un día para alzar la voz y decir basta a la invisibilización, a la precariedad y al intrusismo. Es hora de que profesionales habilitados y titulados colegiados o no, estudiantes y profesorado del Grado en Educación Social de las distintas universidades españolas nos unamos y alcemos la voz y para reivindicarnos ante la Administración Pública y sindicatos de que la figura de la Educadora y Educador Social es necesaria en los distintos ámbitos de la Administración (Educación, Sanidad, Servicios Sociales, etc...). El año 2020 es el punto de partida para comenzar con la visibilización y reivindicación de la Educación Social. 


¡Feliz Día Internacional de la Educación Social!


 



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