Conversatorio sobre participación ciudadana, gestión de la diversidad y derecho a la ciudad.

Muy buenas a todas y a todos. De nuevo me encanta decir que tengo otra contribución del compañero educador social Israel López Marín. En esta ocasión nos deja una conversación con reflexiones muy interesantes sobre la participación ciudadana junto al politólogo Pablo Hernández Marín.  Os recomiendo encarecidamente leer esta conversación. Mi más sincero agradecimiento a Israel López y a Pablo Hernández por esta aportación al blog.



Conversatorio sobre participación ciudadana, gestión de la diversidad y derecho a la ciudad.


Israel López Marín. Pedagogo Social.

Pablo Hernández Marín. Politólogo.


(Israel): Creo que es necesario, primero de todo, poder entender y delimitar que

entendemos por Participación ciudadana. Considero que es un concepto que,

actualmente está tergiversado y manipulado intencionalmente. Se suele relacionar el

consumir acciones como ir a un concierto, o participar de una fiesta popular de

carácter público, con la participación ciudadana. Confundiendo un discurso que

relaciona el consumo de una acción como ir a un concierto, con el uso de los recursos

públicos. Es por eso que considero que es un concepto actualmente tergiversado de

un modo que coacciona el fin del propio termino. Es por eso que considero que

deberíamos empezar por la pregunta de ¿Qué entendemos por participación

ciudadana?

(Pablo): Efectivamente, el concepto actualmente está tergiversado, pero no solo en

eso, actualmente predomina un discurso que refleja una “apología de la abstención” a

la participación. Con vistas a los procesos electorales, por ejemplo, existe un doble

discurso, por un lado, se fomenta la abstención como forma de castigo para la clase

política mientras que se pide a la ciudadanía un compromiso para participar con su

voto. Es necesario entender que la participación ciudadana es mucho más que

participar en unas elecciones. Participación ciudadana es preocuparte por tu barrio,

pretender cambiar las cosas de manera comunitaria lejos de la visión individual que

fomenta esta sociedad, que fomenta el individualismo.

(Israel): Yo considero que eso que estamos hablando va en clave de la tergiversación

del concepto, y es que este sistema nos pide participaciones de carácter puntual en

determinados momentos simbólicos, como pueden ser los procesos electorales o en

las consultas públicas, a pesar de que en España tenemos poca cultura sobre las

consultas públicas, pero con esa “perversión premeditada” en la que la ciudadanía le

está dando respuesta a las necesidades de otros colectivos, en este caso la clase

política, reduciendo la participación de la ciudadanía en otras esferas de la vida

pública. Por ello, es necesario avanzar mucho en el concepto de la participación

ciudadana, porque el fomento que de la participación se está haciendo en España

desde las administraciones y las grandes instituciones, suele estar dirigido a satisfacer


las necesidades de la clase política, y a su vez, muy alejadas de las necesidades

reales de la ciudadanía. ¿Por qué encontramos la ciudadanía tantas trabas a la hora

de organizar una asamblea de barrio? Necesitamos del uso de permisos para hacer

uso del espacio público, con esto del Covid-19 necesitamos de recursos informáticos

que no todo el mundo dispone o domina… es decir, participar como ciudadano a día

de hoy es complejo por la falta de canales para ello.

(Pablo): Pero las trabas que existen, ya no es solo por esto. Encontrar espacios de

encuentro con el ayuntamiento de tu municipio, o con la alcaldía pedánea, o el distrito

de tu barrio, no es un proceso sencillo. No es sencillo encontrar esos espacios, y

sentirte identificado en ellos. Con respecto a la participación ciudadana y las TICs, solo

tienes que intentar entrar al Portal del Ciudadano de cualquier web municipal, y veras

que el cauce para la participación que se te ofrece no es nada sencillo, ni nada

intuitivo. Algo en sí muy contradictorio si entendemos que el pilar de la democracia

debe ser la participación de la ciudadanía en la vida pública. De hecho, la democracia

nació de la participación ciudadana en la Grecia Clásica con la democracia directa

deliberativa. El concepto de participación ciudadana debe volver a encontrarse con el

concepto de ciudadano y de como este, debe responsabilizarse de lo que ocurre en su

comunidad.

(Israel): Entiendo que el problema en la sociedad actual, además de la fragmentación

o la atomización de la misma, viene dado por este relato, y no al revés, donde se

acusa a la ciudadanía de que no se nos otorga responsabilidad para la comunidad por

ser individualistas, cuando el problema es que la sociedad actual tiende al

individualismo porque no se otorga a la ciudadanía herramientas y canales de

participación que fomenten el desarrollo de una democracia avanzada. Como has

dicho, Pablo, cuando queremos acceder a los representantes públicos de nuestra

comunidad para trasladarle nuestra realidad además de las barreras administrativas

que nos encontramos, tenemos la barrera empática, donde muchos de los problemas

que la ciudadanía expone a sus representantes públicos, no son reconocidos ni

representados por estos. En muchos casos, estos representantes no le dan valor a las

necesidades o problemáticas de la propia comunidad, algo que no deja de ser una

forma de ningunear la realidad de la propia comunidad. Esto refleja la realidad de una

democracia limitada, sobre todo si valoramos cuanta gente queda en los márgenes de

estos canales de representación. Gente mayor que no tenga acceso a las nuevas

tecnologías, personas de clases humildes que no dispone de acceso a internet o que

culturalmente no les es cercano la dimensión burocrática-administrativa, personas

migrantes que no dominen el idioma… se quedan en los márgenes de la participación


ciudadana en base a las condiciones que las administraciones imponen. Por eso no

debemos pensar en una democracia plena, cuando los canales de participación

facilitan no están representando al total de la ciudadanía.

(Pablo): Claro, es necesario entender la importancia de la participación ciudadana,

como el camino para construir comunidad. Si un ciudadano considera que debe

comunicar no está funcionando de la manera que debiera, con respecto a algo público,

o incluso a actitudes, el cauce debe ser la participación ciudadana. La participación

ciudadana es la vía para crear comunidad, para construir apego por lo público, por

aquello que es de todos, y así construir una sociedad más igualitaria.

(Israel): Efectivamente, además en un momento donde el relato mayoritario nos repite

una y otra vez aquello de “lo público no es de nadie”, una afirmación que roza lo

perverso porque supone un error sustancial. Lo público si tiene propiedad, es una

propiedad comunitaria, los recursos públicos son de propiedad colectiva, pertenecen a

toda la ciudadanía. Por eso es esencial entender que, si no todas y todos, nos

podemos sentir reconocidos en las administraciones públicas, lo público está

fracasando. Al final nos encontramos con una partidocracia donde se gobierna para

aquellos que les han votado, mientras que una mayoría de la ciudadanía se queda en

los márgenes de esta representatividad, lo cual fomenta que, si no siento reconocidas

mis necesidades como ciudadano desde las administraciones, al final me generara un

rechazo hacia las propias instituciones, individualismo, falta de compromiso por lo

público…

(Pablo): Yo quería añadir que muchas de estas personas que tienen limitadas sus

posibilidades de participar por sus condiciones materiales previas, su única manera de

aumentar sus posibilidades de participación en la comunidad son la propia

participación ciudadana. Si un barrio, por su condición de barrio obrero o barrio

humilde considera que esta en una situación de desventaja, si pretenden tener más

cauces para poner en valor estas necesidades es a través de la participacion

ciudadana.

(Israel): claro, tiene sentido. Si yo pretendo tener más iluminación en mi calle, porque

considero que tiene poca visibilidad y no me escuchan desde los canales formales que

la administración facilita, tendré que idear otras vías para participar de la vida pública.

Organizaré una manifestación, me organizare con otros ciudadanos,… buscaré la vía

para que la administración escuche nuestras necesidades como comunidad.

(Pablo): Se puede participar institucionalmente a través de los organismos públicos

cada vez que exponemos nuestras preocupaciones a la administración pública,


aunque a veces se nos presente un horizonte un poco árido, y aunque a veces sea

árido, no debemos de olvidar este horizonte. Además, podemos participar de las

asambleas de barrio o a través de cualquier acción o propuesta que seamos capaces

de canalizar a través de nuestro día a día en nuestro círculo más cercano. Eso

también es un acto político, y, por ende, es participación ciudadana.

(Israel): A mí me preocupa personalmente, lo complejo que resulta actualmente la

participación ciudadana en un estado de derecho donde parece que para poder

participar de tu comunidad como ciudadano o como ciudadana se requiera algún tipo

de conocimiento previo. Y es que, si la participación de la ciudadanía está limitada a

un conocimiento concreto previo, se está construyendo un proselitismo que determina

que la participación ciudadana pertenece a ciertos colectivos y no a la ciudadanía

como tal.

(Pablo): evidentemente, no se requiere de unos conocimientos previos, o una

formación académica concreta, o pertenecer a una clase social determinada, al

menos, no debería ser así, si lo consideramos como una herramienta destinada a

representar a toda la comunidad. Personas migrantes, que no dominen el castellano,

no van a poder disponer de los mismos recursos que otras ciudadanas para poder

participar de su comunidad, probablemente desconozca totalmente los cauces que su

propio ayuntamiento facilita. Por ello las propias instituciones públicas debería poder

facilitar cauces que permitan participar a toda la ciudadanía desde unos canales al

alcance de cualquiera.

(Israel): actualmente parece que, el desarrollo de herramientas para la participación

ciudadana se han academizado en exceso, alejándose de todos esos grupos

poblacionales que no conocen todos estos recursos o no se sienten representados en

ellos por sentirlos demasiado alejados de sus intereses. Es necesario teorizar y

reflexionar sobre estos procesos, sin duda, pero esto no se puede traducir en procesos

participativos destinados solo para una minoría. Es necesario popularizar toda esta

labor académica para que vuelva a pertenecer a toda la ciudadanía.

(Pablo): además habría que fomentar cualquier cauce de participacion académica

desde la propia ciudadanía. Es decir, habría que fomentar que, si un ciudadano o

ciudadana no encuentra solución a su realidad por sí mismo, sea capaz de

trasladárselo a su círculo más cercanos, a su familia, a aquellos que viven próximos a

él y que puedan compartir la misma realidad. Para ir poco a poco articulando un

conjunto de ciudadanía informada, a través de la creación de asambleas de barrio o

plataformas similares, hasta que pueda llegar a la administración pública. Yo creo las


plataformas de la sociedad civil tradicionales como los sindicatos o los partidos

políticos de base, a día de hoy tampoco representan los canales de participacion

ciudadana que la propia ciudadanía necesita en este momento. En muchos casos, los

canales de participación que desarrollan están orientados a la propia retroalimentación

del partido, del sindicato,… esto se debe a que en muchos casos estas plataformas

han dejado de ser plataformas de masas para ser plataformas de cuadros. Es decir, el

fomento de una clase política para mantener el status quo de manera endogámica.

(Israel): estoy de acuerdo, creo que es un problema para la ciudadanía que se ve

limitado en los canales de participación ciudadana y de representatividad en la

sociedad. Esta privación de los canales de participación responden al arquetipo de un

modelo económico neoliberal que se reproduce en las democracias occidentales,

donde los sistemas de partidos practican una especie de imperialismo cultural basado

en sociedades atomizadas.

(Pablo): si, se ha conseguido bajo un correctismo político una atomización del

individuo a través de la interiorización de causas sociales. Es lo que Hegel llamaba “el

alma bella”. La capacidad de hacer algo sin preocuparte por las consecuencias

prácticas de la acción, por lo tanto, no estas apoyando ninguna causa social, sino que

solo te estas sintiendo bien contigo mismo.

(Israel): al final este sistema está fomentando una guerra de posiciones, como diría

Antonio Gramsci, de militantes, socios, afiliados, o miembros numerarios, donde cada

plataforma se posiciona en el número de ciudadanos que tiene inscrito, pero no en los

que realmente representa. Es una especie de dogmatismo ateo donde la ciudadanía

tiene que confiar ciegamente en que va a estar representado a través de la entidad de

la que forma parte, y no al revés. Algo que se encuentra muy alejado de la

participación ciudadana real, y de los problemas reales de la sociedad actual.

(Pablo): el modelo actual de democracia representativa es antagono en muchos

aspectos a la participación ciudadana. La participación ciudadana debe partir del

propio colectivo oprimido, por usar la terminología de Paulo Freire, y evidentemente,

debe ser la propia ciudadanía la que debe aprender a gestionar esos espacios propios

para armonizar la comunidad. La educación es necesaria para aprender a crear esta

conciencia. A través de los colegios, los centros de salud, a través de las entidades de

proyección pública y próximas a la realidad de los barrios.

(Israel): el fomento de la participación ciudadana a través de la educación social, de la

educación popular, de los centros educativos, de entidades del tercer sector o de


entidades sociales, deben trasladar la necesidad, y las virtudes de una comunidad

organizada.

(Pablo): claro, el esfuerzo por fomentar esa participación ciudadana, ya supone un

ejercicio de participación.

(Israel): hay muchas experiencias en los barrios, a través de asociaciones de vecinos,

asociaciones infantiles y juveniles, asociaciones de mujeres… que están suponiendo

grandes núcleos de participación ciudadana en sus barrios, en su contexto más

próximo. Compartiendo herramientas y conocimiento, construyendo soluciones

conjuntas a problemas de carácter colectivo, pero que suponen grandes escuelas de

participación, porque, además, creo que uno de los pilares esenciales de la

participación ciudadana es so, el conocimiento compartido. Si somos capaces de

organizarnos como sociedad y llegar a entender la relevancia de la responsabilidad

individual con respecto al colectivo, si somos capaces de entender eso, estaríamos

derribando muchas de las barreras que hemos comentando con respecto al acceso a

la participación.

(Pablo): Hay que inculcar que la comunicación es esencial. Fomentar ese ejercicio de

conocimiento compartido comienza por saber comunicar y trasladar como entendemos

la realidad que nos rodea. Una sociedad capaz de organizar sus propios recursos y

siendo consciente de su capacidad y de las fuerzas con las que dispone, es capaz

también de crear solidaridad, sororidad,… y ser capaz de ser un modelo para otras

comunidades, otros barrios y otros grupos poblacionales.


Israel López Marín. Pedagogo Social.

Pablo Hernández Marín. Politólogo.

Octubre de 2020.








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