No hay feminismo sin las mujeres trans, migrantes, racializadas y trabajadoras sexuales.

Hacía mucho tiempo que no escribía ninguna entrada en el blog, aunque ahora estoy con los trabajos del Máster, que por cierto me está dando una visión distinta y enriquecedor de esta sociedad y de la realidad, lo voy a hacer. 

Y qué menos que un día después del 25N hablemos de feminismo. Yo ya lo he dicho en otras entradas anteriores, pero un 25N en el que se pretenda expulsar a las mujeres que no sean cis, blancas, europeas, payas, sin discapacidad y ricas es totalmente incompatible con el objetivo principal del feminismo: defensa de los DDHH.

He visto en redes sociales cómo supuestas feministas cuestionaban y rechazaban banderas en apoyo al colectivo LGTBIQA+, al pueblo palestino, al pueblo gitano, pancartas en apoyo a las trabajadoras sexuales, a personas migrantes con la patética excusa de que hoy no era día para reivindicarlas. Pues sí que es un día para reivindicarlas. 

¿Acaso no se puede mostrar solidaridad con las mujeres LGTBIQA+? ¿Acaso no se puede apoyar a las mujeres racializadas y migrantes que sufren todo tipo de discriminación y políticas de exclusión? ¿Acaso no se puede reivindicar los derechos de las trabajadoras sexuales frente a la precarización y el rechazo de las supuestas "feministas" de cierto partido que está en el gobierno? ¿Acaso no se puede mostrar apoyo a las mujeres palestinas que están sufriendo el horror de un GENOCIDIO por parte del Estado Sionista de Israel?  ¿Acaso no se puede mostrar apoyo a las mujeres con discapacidad frente a las discriminaciones y violencias que sufren? Yo a todas estas preguntas digo SÍ y añado, que precisamente el 25N es para luchar por todas ellas. 

La excusa de expulsar a las mujeres trans del movimiento feminista puede llevar consigo a la expulsión de aquellas mujeres no normativas del propio movimiento, porque las supuestas "feministas" (terfas) realmente sostienen sus discursos "abolicionistas" desde su situación de privilegio de académicas como el caso de Amelia Valcárcel, o el privilegio institucional como es el caso de Carmen Calvo y Nuria Valera, o desde el privilegio del poder informativo de masas como es el caso de Ana Isabel Bernal Triviño. 

Todas estas mujeres hablan desde sus perspectivos privilegios sin importar el daño que están haciendo a otras mujeres que se sitúan en una situación completamente desigual a ellas y esto no solo les perjudica a estas mujeres, también perjudica al movimiento feminista frente a los discursos de la ultraderecha.

Las terfas no se dan cuenta de que la violencia de género es TRANSVERSAL y no solo afectan a un tipo normativo de mujer, e incluso estas (las terfas) están ejerciendo violencia de género a aquellas mujeres que están en una situación de gran vulnerabilidad. 

Concluyo mi entrada con esta frase: NO hay feminismo sin las mujeres trans, migrantes, racializadas y trabajadoras sexuales. 




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