Mi reflexión

Hola, soy Mirella, educadora social y autora del blog sobre Educación Social 'Reflexiones'. Estos días de confinamiento he estado viendo actitudes de todo tipo: desde apoyo y solidaridad hasta los actos más egoístas e inhumanos a través de las redes sociales y desde la ventana (que no desde el balcón). Yo estoy pasando bastante tranquila el confinamiento puesto que estoy acostumbrada a no salir mucho antes, pero sí que me llama la atención de las personas que llegan a menospreciar a otras por defender causas justas (como lo he vivido yo misma visibilizando la labor de la Educación Social y animando a las educadoras y educadores sociales que están en primera línea de fuego en sus puestos de trabajo). Entiendo el nerviosismo, la rabia y la desesperación de muchas personas, pero no creo que este momento desahogarse insultando y menospreciando a otras personas sea la mejor manera. Este virus nos ha pillado a todas y todos desprevenidos y entiendo el nerviosismo que hay. Pero por desgracia no solo hay problemas de colapso en la Sanidad, también hay personas que no pueden confinarse en casa, porque simplemente no tienen y a esas personas hay que atenderlas al igual que las personas mayores, personas dependientes, personas con diversidad funcional, menores, mujeres que están sufriendo violencia de género, personas migrantes... Estamos en una situación en la que estos colectivos vulnerables pueden sufrir doblemente y no atenderlos y acompañarlos sería como dejarles tirados en un camino oscuro y frío. Por eso mi reflexión quiero dedicarla a tod@s l@s profesionales de la Educación Social que están trabajando por una sociedad más justa en momentos tan difíciles como estos. Sois necesari@s y esenciales. La Educación Social será un camino para llegar a esa sociedad en la que la Justicia Social llegue a todas las personas sin importar las diferencias que haya. 

Siento que sea tan largo pero es lo que he estado pensando estos días.