Una entrada muy personal



Después de un mes sin escribir una entrada, esta vez no voy a hablar en plan técnico o político de la Educación Social, quiero sincerarme conmigo misma y ser lo más reflexiva posible acerca de mi futuro y mi vida. 

Me sigue costando mucho decirle a la gente que me rodea que soy asexual y además arrománica, más que nada por miedo a que se burlen de mí (ya tuve bastante con ciertos momentos de mi vida en la ESO como para seguir aguanto esas burlas) y sobre todo a que no me crean. Parece que no pero, mi orientación sexual y romántica puede condicionar mi vida sentimental, hasta tal punto que puede que mee involucre mucho más en mi vida profesional que en la personal, y soy muy consciente de que me va a repercutir muchísimo. 

El Grado de Educación Social a priori puede parecer fácil, pero el trabajo en sí es muy complejo y hay situaciones que nos pueden superar e incluso llegar a unos límites psicológicos extremos. Ya no sólo por la compleja realidad que se nos presenta sino por la precariedad o por la falta de reconocimiento de la profesión. Yo no quiero hacer daño a nadie, yo no necesito tener una pareja. Necesito un acompañamiento psicológico a lo largo de mi futuro profesional, porque, lo reconozco, cuando obtenga el título no voy a tener ni la más remota idea de lo que me puedo encontrar en mi desempeño laboral. Necesito un apoyo y un asesoramiento de profesionales de la psicología para desahogarme y sobre todo para que me guíen en cómo puedo gestionar esas emociones que surgen en esas situaciones que lo requieran. Soy consciente de que voy a trabajar sí o sí en un equipo interdisciplinar y que me pueden apoyar a nivel laboral, pero a nivel emocional y psicológico necesito a profesionales que me puedan ayudar, porque yo sola no puedo y no me vale las puñeteras frases de "Mr Wonderful" o de libros de autoayuda inútiles. La intervención social en general, y la socioeducativa en particular, es tan compleja que te puede llegar a afectar a nivel personal y mucho más cuando te apasiona la profesión. 

Por so digo que ante todo prefiero trabajar a tener pareja, porque ya tengo asumido que mi futuro es y será la Educación Social y que lo pudo anteponer incluso a mi vida personal por mi incapacidad de establecer vínculos afectivos y personales con otras personas, porque ese vínculo afectivo ya la tengo con la profesión y ya es muy difícil que venga una persona y lo separe. 

Para desahogarme también me vendría bien un diario donde recoja tanto las emociones como las sensaciones diarias cuando realice mis futuras intervenciones socioeducativas. 

También quiero seguir formándome para seguir aprendiendo y mejorando a diario y eso me podría ayudar en cierta medida, pero a nivel emocional sé que es muy limitado. 

A veces me siento frustrada por no seguir la normativa social, pero a la vez pienso que esa nosmatividad social se podría ir a la porra y que cada persona es como es ella misma y que no tiene por qué cumplir las expectarivas de la sociedad. En definitiva yo no sé cuantas veces he declarado mi amor por la Educación Social, pero las personas que me conocen lo saben desde hace bastante tiempo y sé que esa pasión por la profesión me va a desgastar muchísimo a nivel psicológico. Tenía ganas de escribir esta entrada para que me conozcáis un poco más sobre mí y para decir que no debería estar estigmatizado el mero hecho de pedir ayuda a los profesionales de la psicología.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Los técnicos de Integración Social NO son Educadores Sociales, son Auxiliares

La Educación Social ¿Qué es?

Un mensaje para Fernando Simón