tag:blogger.com,1999:blog-1124459750672582367.post5982292391264955918..comments2023-05-31T14:44:31.462+02:00Comments on Reflexiones : Menos porno y más educación sexual Mirella Palenzuela Gómezhttp://www.blogger.com/profile/05623860822864487641noreply@blogger.comBlogger2125tag:blogger.com,1999:blog-1124459750672582367.post-52442266282601213672019-03-10T17:47:00.629+01:002019-03-10T17:47:00.629+01:00Obviamente la educación sexual no deja de ser una ...Obviamente la educación sexual no deja de ser una asignatura pendiente hoy en día. La educación sexual que se ejerce en el ámbito formal (en las escuelas, colegios o institutos) presenta muchas carencias en cuanto a información recibida. Es por ello que la falta de información explícita acerca del tema conlleva a los jóvenes a buscar otras fuentes de conocimiento, como son los amigos, la familia, la pornografía y la experiencia sexual propia. El problema está en que las escuelas y la familia no enseñan un modelo de educación sexual integral que permita que los niños y niñas tengan acceso a una información amplia y detallada, que generen actitudes y valores positivos hacia la sexualidad, la libertad sexual y la diversidad de orientaciones sexuales (Pérez, 2016).<br />La familia no debe pensar que la educación sexual es ajena a ellos, sino que deben comprometerse con la formación en esta área, que permita establecer con los hijos un diálogo y comunicación positiva sobre los problemas que van ligados a la educación sexual (Puerto Pascual, 1997).<br />El modelo de educación sexual actual en los espacios educativos propicia la consolidación de tabúes basados en los prejuicios existentes en la sociedad y un ejemplo claro de ello lo vemos en los contenidos que se imparten en ellos (contenidos excesivamente relacionados con la biología, con objetivos centrados exageradamente en la prevención, etc) (Puerto Pascual, 2001). Le dan más importancia a realizar campañas de prevención de enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados (también considerados aspectos importantes) y dejan en segundo plano la educación afectivo-sexual en las relaciones de pareja y el placer derivado de las prácticas sexuales (Venegas, 2017).<br />Según datos del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), la familia y la escuela se encuentran ausentes en la socialización afectivo-sexual de los niños/as. Debido a esto, otros agentes de socialización son los que están ocupando este lugar (Venegas, 2017). Según Pérez (2016) el acceso a las nuevas tecnologías desde edades tempranas ha generado un espacio donde los adolescentes recurren para indagar respecto a estos contenidos, y un ámbito muy recurrente entre los adolescentes es la pornografía, lugar muy influyente en la educación sexual desde temprana edad, donde éstos adquieren una idea del sexo un tanto distorsionada, mostrando una relación desigual, donde la mujer (considerada como objeto) se encuentra sometida a los deseos constantes del hombre. Y esto es lo que está provocando la erotización de la violencia sexual, llevando a que ocurran violaciones y agresiones sexuales constantes. <br />Como estudiante de Educación Social me pregunto, ¿qué es lo que estamos haciendo mal? El problema no podemos obviarlo, está presente en nuestro día a día, y algo tenemos que hacer para cambiarlo. Para que la educación sexual sea efectiva se debería hacer un cambio de perspectiva con respecto a la sexualidad y ello supondría incluir los siguientes aspectos en sus contenidos: biológicos, psicológicos, afectivos, sociales, culturales, axiológicos, religiosos e higiénicos-sanitarios, donde los individuos puedan darle un sentido global a la educación sexual. Estas áreas son las bases donde la institución escolar y familiar deben apoyarse para buscar la información que los niños necesitan en este proceso educativo (Puerto Pascual, 2001).<br />Según Venegas (2017), la educación sexual debería ser interdisciplinar, entendiéndola como un proceso que no va ligado a una institución específica, sino a un trabajo colaborativo en los múltiples sistemas en los que el sujeto se desarrolla. Es un proceso continuado que dura toda la vida (Puerto Pascual, 1997).<br />Tras analizar este hecho, lanzo una pregunta que deberíamos reflexionar: ¿Sería necesario incluir la coeducación afectivo-sexual en el currículo escolar, en donde las familias deban ser participantes activos en este proceso? Obviamente, y bajo mi punto de vista sería un gran paso con respecto al tema que estamos tratando.<br />Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-1124459750672582367.post-59590583162387625272019-03-10T17:44:39.056+01:002019-03-10T17:44:39.056+01:00Obviamente la educación sexual no deja de ser una ...Obviamente la educación sexual no deja de ser una asignatura pendiente hoy en día. La educación sexual que se ejerce en el ámbito formal (en las escuelas, colegios o institutos) presenta muchas carencias en cuanto a información recibida. Es por ello que la falta de información explícita acerca del tema conlleva a los jóvenes a buscar otras fuentes de conocimiento, como son los amigos, la familia, la pornografía y la experiencia sexual propia. El problema está en que las escuelas y la familia no enseñan un modelo de educación sexual integral que permita que los niños y niñas tengan acceso a una información amplia y detallada, que generen actitudes y valores positivos hacia la sexualidad, la libertad sexual y la diversidad de orientaciones sexuales (Pérez, 2016).<br />La familia no debe pensar que la educación sexual es ajena a ellos, sino que deben comprometerse con la formación en esta área, que permita establecer con los hijos un diálogo y comunicación positiva sobre los problemas que van ligados a la educación sexual (Puerto Pascual, 1997).<br />El modelo de educación sexual actual en los espacios educativos propicia la consolidación de tabúes basados en los prejuicios existentes en la sociedad y un ejemplo claro de ello lo vemos en los contenidos que se imparten en ellos (contenidos excesivamente relacionados con la biología, con objetivos centrados exageradamente en la prevención, etc) (Puerto Pascual, 2001). Le dan más importancia a realizar campañas de prevención de enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados (también considerados aspectos importantes) y dejan en segundo plano la educación afectivo-sexual en las relaciones de pareja y el placer derivado de las prácticas sexuales (Venegas, 2017).<br />Según datos del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), la familia y la escuela se encuentran ausentes en la socialización afectivo-sexual de los niños/as. Debido a esto, otros agentes de socialización son los que están ocupando este lugar (Venegas, 2017). Según Pérez (2016) el acceso a las nuevas tecnologías desde edades tempranas ha generado un espacio donde los adolescentes recurren para indagar respecto a estos contenidos, y un ámbito muy recurrente entre los adolescentes es la pornografía, lugar muy influyente en la educación sexual desde temprana edad, donde éstos adquieren una idea del sexo un tanto distorsionada, mostrando una relación desigual, donde la mujer (considerada como objeto) se encuentra sometida a los deseos constantes del hombre. Y esto es lo que está provocando la erotización de la violencia sexual, llevando a que ocurran violaciones y agresiones sexuales constantes. <br />Como estudiante de Educación Social me pregunto, ¿qué es lo que estamos haciendo mal? El problema no podemos obviarlo, está presente en nuestro día a día, y algo tenemos que hacer para cambiarlo. Para que la educación sexual sea efectiva se debería hacer un cambio de perspectiva con respecto a la sexualidad y ello supondría incluir los siguientes aspectos en sus contenidos: biológicos, psicológicos, afectivos, sociales, culturales, axiológicos, religiosos e higiénicos-sanitarios, donde los individuos puedan darle un sentido global a la educación sexual. Estas áreas son las bases donde la institución escolar y familiar deben apoyarse para buscar la información que los niños necesitan en este proceso educativo (Puerto Pascual, 2001).<br />Según Venegas (2017), la educación sexual debería ser interdisciplinar, entendiéndola como un proceso que no va ligado a una institución específica, sino a un trabajo colaborativo en los múltiples sistemas en los que el sujeto se desarrolla. Es un proceso continuado que dura toda la vida (Puerto Pascual, 1997).<br />Tras analizar este hecho, lanzo una pregunta que deberíamos reflexionar: ¿Sería necesario incluir la coeducación afectivo-sexual en el currículo escolar, en donde las familias deban ser participantes activos en este proceso? Obviamente, y bajo mi punto de vista sería un gran paso con respecto al tema que estamos tratando.<br />Anonymoushttps://www.blogger.com/profile/11701695149861128302noreply@blogger.com